Con la ascensión al trono de Carlo de Borbón, el vice rey conde de Montemar, en 1734, aceptó el pedido del pueblo y de la aristocracia de Palermo y mandó erigir una máquina de mármol en honor al Rey. La estatua fue colocada en Piazza Sant’Anna de Palermo. El 22 de julio de 1736, finalizada la construcción del pedestal, se colocó la estatua del Rey. La inauguración tuvo lugar el 25 de julio en presencia del rey diputado Marqués Pietro de Castro Figueroa. El monumento, muy barroco, constaba de una base a la que se accedía subiendo cinco escalones, sobre la que se colocaba un pedestal triangular de mármol con tres estatuas arrodilladas hacia la estatua del Rey colocada sobre un pedestal central de estilo barroco. Las tres estatuas arrodilladas representaban la Herejía, el Islam y el Cisma de Oriente. Estas alegorías representaron al principal enemigo del Reino de las Dos Sicilias. El artista que esculpió la máquina de mármol fue Lorenzo Marabutti. En 1779 la estatua de Carlo III fue movida por resolución municipal (administración cívica) porque entorpecía la intensa actividad comercial del plan de la Misericordia. Se colocó en un nuevo pedestal en la Strada Colonna, hoy Foro Itálico, cerca de la Porta dei Greci, en simetría con la estatua de Carlo II. Las tres estatuas arrodilladas fueron trasladadas a Villa Giulia, cerca de la estatua del Genio de Palermo esculpida por Ignazio Marabitti, el hermano más famoso del autor de la máquina de mármol de Carlo III. En esa ocasión se cambió el nombre a las tres estatuas en “Rabbia”, “Ira” e “Invidia”. A finales de la década de 1700, la carretera de Colonna se embelleció con árboles y estatuas de Felipe V y Fernando III, y pasó a llamarse Foro Borbón. Durante los disturbios de 1820, los alborotadores destruyeron todas las estatuas del Foro Borbón. Irónicamente, de la máquina de mármol original actual solo quedan las tres estatuas que representaban a los enemigos del Rey Católico, cuya estatua fue destruida.