LL.AA.RR. los Príncipes Carlos y Camilla de Borbón de las Dos Sicilias y sus hijas Maria Carolina y Maria Chiara con el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump
Cinco días en casa de los Trump, fue una « visita en familia y nada oficial », Camilla de Borbón, Alteza Real y soberana del antiguo Reino de las Dos Sicilias, explica así al Corriere la foto-recuerdo de su Familia Real en compañía del Presidente americano en la magnífica Mar-a Lago en Palm Beach, Florida.
« Lo conozco desde siempre. Es amigo de mi madre de hace mucho tiempo. Hoy nos ha recibido, a mí y a mi familia, en la villa de su hijo Donald Jr. »
Las imágenes han provocado en Internet inevitables ironías no importa lo que el Presidente Trump diga o haga. David Fahrenthold del Washington Post twitteó : «un encuentro con un Estado que ya no existe desde 1860 ». Sin mencionar todos los que se han imaginado a Donald Trump mientras recibía a un Rey de una tierra imaginaria como Genomia, Wakanda o Nambia…
Las Dos Altezas no prestan atención a estas vilezas porque « ser Reales expone a este tipo de críticas ». El primer recuerdo de la Princesa con el que ahora es el Presidente es inolvidable : « Tenía 11 o 12 años y nos había invitado, a mí y a mi madre, a visitar sus casinos en Atlantic City y nos recogió en helicóptero ».
Esta vez llegó la invitación en ocasión de un viaje de la Familia Real a Estados Unidos, en el que la Princesa Camilla pronunció un discurso en las Naciones Unidas en calidad de Embajadora de la Paz para la UN Women For Peace Association.
Entonces, antes de las fiestas de Pascua, una última etapa con los Trumps. « Llevaba años sin ir a Mar-a-Lago. Era una villa muy grande en aquel entonces. Ahora es un pueblo de veinte acres con playas, un club de la playa, golf, tenis… Nos explicó que había comprado muchos terrenos para ampliarlo. Sin embargo, la diferencia más relevante era la omnipresencia del servicio de seguridad. En el interior había un centenar de oficiales con ropa de civil, vestidos como jardineros y chóferes. En el exterior policías uniformados y comisarios..Parecía una película. Cada coche se tenía que parar para que los oficiales y sus perros pudieran inspeccionar y comprobar la presencia de armas.
También Melania, la Primera Dama, estaba allí. Apareció al lado de su marido durante aquella mala época. Naturalmente no se habló sobre el tema. Os puedo contar, sin duda, que me pareció hermosa y sonriente. Excelente como ama de casa. Si tenía problemas de pareja, nada lo dejó entrever ».
Su hijo de doce años, Baron, encontró a Maria Chiara que tiene su misma edad. A Maria Chiara le pareció muy tímido pero ella es tan extrovertida que todo el mundo le parece tímido ! ».
La Princesa Camilla nos cuenta que cuando los Trumps van a alguna parte de la propiedad, la gente saluda y aplaude. « Es como en el Palacio de Mónaco con S.A.S. el Príncipe Albert. En el fondo, los americanos han tenido siempre debilidad por las monarquías europeas ».
En la cena, no hablamos de política ni americana ni italiana. « Donald nos dijo que ama Italia. A propósito, en sus suntuosos buffets siempre hay comida italiana…pero aunque la pasta no es como debería ser…prometí enseñar a sus cocineros ».
El Príncipe de Borbón invitó al Presidente a Nápoles. « ¡Claro, claro! » le contestó él con sus típicos gestos. Con gestos de un hombre poderoso, que sabe que tiene poder y sabe cómo utilizarlo. Nadie podía importunar al Presidente gracias a la ayuda de la seguridad porque durante aquellos dos días tenía que descansar.
La última noche, noche temática « la Fiebre del Sábado Noche ». Pero Donald y Melania no bailaron. Entraron, hicieron su aparición y se fueron. Como hace el Príncipe Albert, como en la corte. Lo mismo. »